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Ante los intentos de ataque a la Revolución Bolivariana: ¡solidaridad con Venezuela!
6 de Mayo de 2020

Tras continuas declaraciones de Mike Pompeo, de Elliot Abrams, y otros responsables del gobierno de Estados Unidos, anunciando el próximo final del gobierno venezolano, proliferan las intentonas para derribar a Nicolás Maduro y descabezar a la revolución bolivariana.

La agresión armada organizada desde Colombia, se ha desarrollado con evidente apoyo norteamericano. Los hechos de La Guaira suponen la aplicación de un plan terrorista, con patrocinadores estadounidenses, con la participación de militares venezolanos desertores, y de miembros de las agencias norteamericanas, además de mercenarios financiados por Estados Unidos. Washington y Bogotá están tras la planificación de las numerosas provocaciones y agresiones militares, y los actos terroristas que está padeciendo Venezuela en los últimos meses tienen un preciso objetivo: facilitar una intervención militar norteamericana que acabe con la revolución venezolana. No hay duda de que detenidos los mercenarios que entraron en Venezuela por La Guaira, otros esperan el relevo. Actos como el de Barco Resolute, de bandera portuguesa, que atacó y hundió a un barco guardacostas venezolano, se repiten con frecuencia, al igual que los intentos de la embajada norteamericana para lograr que algunos militares se rebelen contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Que Estados Unidos haya organizado, en medio de la terrible pandemia que asola el mundo, unas maniobras militares en el Caribe, tras los intentos de vincular al gobierno de Venezuela con las redes del narcotráfico, indica cuáles son sus intenciones. Porque no hay ninguna duda de que el Comando Sur de Estados Unidos, en Miami, tiene preparados agresivos operativos para agredir a Venezuela, y está esperando el imprescindible pretexto para organizar la invasión. Tras ese objetivo, nada les detiene: el propio gobierno venezolano, con la confesión de los detenidos en La Guaira, ha denunciado que la incursión marítima tenía como objetivo asesinar al presidente Maduro.

Venezuela está padeciendo con particular agresividad la acometida de Estados Unidos, y es evidente que ello forma parte de un plan conjunto para América Latina, como si Washington pretendiera volver a los días de los escuadrones de la muerte, de las dictaduras militares, de los vuelos de la muerte. El mundo ha asistido al derrocamiento del gobierno de Evo Morales en Bolivia y la imposición de un gobierno mercenario, apoyado por Washington; ha contemplado el encarcelamiento de Lula en Brasil para impedir que se presentase a las elecciones, haciendo posible la llegada al gobierno de un intérprete de sus deseos, de un hombre de extrema derecha como Bolsonaro; está viendo el constante acoso a Cuba con la cruel aplicación de un bloque económico que ya dura más de medio siglo;  está viendo la agresión a otros gobiernos de América Latina, y no puede dejar de responder ante la agresión a Venezuela.

Mientras el secretario general de la ONU ha hecho un llamamiento al cese de las hostilidades en todo el mundo para hacer frente a la pandemia, Estados Unidos y sus gobiernos cliente, como Colombia, preparan con sigilo operaciones de sabotaje, y perfilan la invasión militar de Venezuela. El mundo no puede permanecer ajeno a esa situación, y la Unión Europea y la ONU deberían condenar con firmeza la sucia intromisión norteamericana en los asuntos internos de otro país, exigir el cese de la agresión norteamericana. Las reiteradas violaciones del derecho internacional, el menosprecio por la convivencia entre los pueblos, el desprecio por la soberanía de Venezuela, los reiterados estímulos a un golpe de Estado en Venezuela, expresan el carácter de Estados Unidos, que se comporta, otra vez, como un Estado delincuente.

¡Fuera las manos yanquis de Venezuela!

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