En el 28 de abril de 2020, Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, el Partido Comunista de España queremos resaltar el papel esencial de la clase trabajadora en la lucha contra la pandemia del Coronavirus, a pesar de la falta de medios de seguridad, el incumplimiento de la LPRL en muchas empresas, agravado por la enorme precariedad laboral existente en nuestro país.
En primer lugar queremos mostrar toda nuestra solidaridad, cariño y recuerdo con las víctimas del covid-19, sus familiares, amigos, compañeros y compañeras de trabajo. También queremos recordar a las víctimas de la siniestralidad laboral. En lo que llevamos de año, las cifras siguen siendo intolerables, consecuencia de la falta de recursos y medios de prevención, combinados con la alta precariedad laboral.
Ahora que ha quedado patente la inseparable relación entre la salud pública y la laboral, queremos recalcar el papel fundamental de los trabajadores y trabajadoras de la sanidad pública, que han tenido que exponerse en condiciones muy difíciles, para combatir al Covid-19, debido a la falta de EPIs, recursos materiales y falta de personal, tras años de devastadores recortes sanitarios.
Saludar y reconocer a los trabajadores y trabajadoras de los sectores esenciales, como el transporte, el campo y la industria agroalimentaria, atención a dependientes, limpieza, cuidados, seguridad, personal de los cuerpos de seguridad del Estado, emergencias, bomberos, protección civil, que han mantenido viva la sociedad, muchas veces en condiciones precarias y muy difíciles. El pueblo trabajador ha demostrado quien hace funcionar la sociedad.
La Pandemia ha dejado patente la afectación mayoritaria del virus entre la clase trabajadora y los sectores más vulnerables de la sociedad. Gran parte de la Patronal ha priorizado los beneficios a la salud de sus plantillas. Muchos/as trabajadores/as de sectores no esenciales han tenido que acudir al trabajo poniendo en riesgo su salud, ante la falta de medidas de seguridad.
Ha sido la actuación del sindicalismo de clase, las medidas del escudo social del Gobierno de coalición progresista (con las propuestas de UP), algunas veces con la acción coordinada con el Ministerio y la inspección de trabajo o de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, los que han podido frenar, en algunos casos, las negligentes conductas de algunos empresarios que han puesto en peligro a sus plantillas.
Tras la pandemia será necesario priorizar la salud, el trabajo y los derechos laborales, en unas condiciones dignas, por encima de los beneficios empresariales. Será necesaria la movilización social y desde el Gobierno aprobar medidas sociales y laborales favorables a la clase trabajadora, para evitar que se vuelvan a imponer las criminales políticas de austeridad, como ocurrió tras la crisis de 2008, para degradar aún más la sanidad pública y la salud laboral en las empresas.
El PCE está al lado y reforzando el sindicalismo de clase, a los delegados y delegadas de prevención y los comités de seguridad y salud, reivindicando medios y medidas de prevención en las empresas, más recursos y poderes de intervención de la inspección de trabajo y un combate implacable contra la precariedad laboral, para garantizar la seguridad y la salud de la clase trabajadora
La Precariedad Mata. Los derechos son Vida. Ni una muerte más: se puede evitar.