I.- Apoyamos la declaración del Estado de Alarma adoptada por el Gobierno de España y seguimos trabajando para que se adopten las medidas necesarias para evitar que la crisis sanitaria se convierta en crisis económica y social. Estas medidas deben tomarse con la mayor brevedad y mientras dure esta situación.
II.- Agradecemos el trabajo y el esfuerzo de las trabajadoras y trabajadores de los servicios esenciales para el funcionamiento de la sociedad: sector sanitario, de los sectores de atención social, transportes, alimentación, logística, comunicaciones, limpieza, energía, cuerpos de seguridad y, en general, a todas las trabajadoras y trabajadores, autónomas y pequeños y medianos empresarios que en estos días difíciles siguen en su puesto de trabajo haciendo que este país funcione, minimizando así las consecuencias económicas y sociales de esta crisis.
Es un orgullo teneros por compatriotas y reiteramos nuestro compromiso en la defensa de vuestros puestos de trabajo y condiciones laborales dignas y seguiremos peleando para conseguir las medidas de apoyo a todas las personas que se encuentran o queden en situación de desempleo o vulnerabilidad social. No vamos a permitir que nadie se quede atrás.
Llamamos a reflexionar a la sociedad sobre las indignas condiciones de trabajo y salariales de trabajadoras y trabajadores de sectores estratégicos que hoy están en primera línea de combate en defensa de toda la sociedad en las tareas de reposición y caja en supermercados, en las tareas comerciales, del hogar, de limpieza, de cuidados, de transporte, etc.
III.- Reiteramos nuestro compromiso de poner nuestros recursos organizativos, militancia, cargos públicos y sedes a disposición de las autoridades sanitarias y sociales, así como de las organizaciones sociales que atienden a la población en situación de vulnerabilidad o desprotección social, de acuerdo con las prevenciones y normas establecidas en el artículo 7 del Decreto de Estado de Alarma.
Todas nuestras organizaciones territoriales están y seguirán colaborando con las redes de solidaridad popular que actúen en sus ámbitos de intervención, brindándoles el apoyo necesario para realizar su trabajo con las personas más vulnerables, especialmente ancianos, menores, personas enfermas o familias y personas en situación de vulnerabilidad social, y creando dichas redes en los lugares donde sea necesario. En especial orientamos a que desde las distintas redes de solidaridad popular se garantice: la adquisición y distribución de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad para personas vulnerables; el acompañamiento a centros, servicios y establecimientos sanitarios a quienes no puedan desplazarse por sus propios medios; la asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables. En todo caso, tal y como establece el Decreto de Estado de Alarma, en cualquier desplazamiento deberán respetarse las recomendaciones y obligaciones dictadas por las autoridades sanitarias.
Reiteramos toda la colaboración posible al personal y autoridades sanitarias y de protección civil para ayudarles a cumplir debidamente su tarea en caso de que fuera necesario. Llamamos al apoyo a las medidas que adopten las distintas administraciones públicas en defensa de la salud de la población y el cuidado de los derechos laborales y sociales de la misma. De esta crisis debemos salir con un refuerzo de las políticas y servicios públicos, de los que ahora se acuerdan incluso unas derechas que han reducido, infra financiado y privatizado estos servicios en los territorios donde han gobernado.
Llamamos a la solidaridad ciudadana y disciplina colectiva en la implementación de las medidas imprescindibles para atajar esta pandemia: la responsabilidad individual en base al bien común. Proteger la sociedad del avance de esta pandemia exige actitudes responsables y solidarias que todas debemos seguir.
IV.- Saludamos que la declaración del Estado de Alarma permita al Gobierno la coordinación y planificación de medidas y funciones de cualquier administración pública, así como que estas tengan como eje de su actuación tanto al artículo 128 de la Constitución como la Ley General de Sanidad de 1986 en lo referente al establecimiento de medidas especiales que se pudieran necesitar e implementar. Saludamos que el Ministerio de Sanidad vaya a tener a su disposición todas las administraciones, infraestructuras y personal sanitario y de emergencias necesarios para afrontar esta situación, tanto la red de asistencia propia del Sistema Nacional de Salud, -dependientes del Ministerio y CC.AA.-, como el personal, infraestructuras y servicios de la sanidad privada, de organismos sin ánimo de lucro, -hospitales de confesiones religiosas- y de Sanidad Militar: hospitales, personal, laboratorios y farmacia militar.
Apoyamos el reforzamiento inmediato y centralizado de las plantillas de personal sanitario, no sólo el personal médico y de enfermería, auxiliares o técnicos de laboratorio, sino también personal no sanitario que facilite el soporte en los centros asistenciales y de coordinación.
SECRETARIADO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PCE