Desde diversos sectores de la ultraderecha y organizaciones fascistas se están promoviendo en estos días convocatorias de movilizaciones contra el Gobierno y las medidas de contención y lucha contra lo efectos de la COVID -19 en España.
Es un episodio más de la inmensa campaña de bulos, desinformación y desestabilización, que comenzó lanzando el mensaje de que el gobierno español dejaba morir a las personas de forma intencionada, y ahora, que los mantiene confinados por mero gusto.
Esos sectores reclaman el mantenimiento de sus privilegios históricos frente a la salud de nuestro pueblo y a la cobertura social de las necesidades básicas de la población, continuando los ataques a un Gobierno al que, desde el momento de su constitución, ya denostaban como ilegítimo.
El Partido Comunista de España hace un llamamiento al conjunto de nuestro pueblo a defender las medidas adoptadas desde la Declaración del Estado de Alarma, que en estos momentos es la única manera efectiva de evitar la propagación de la enfermedad. Hasta ahora, el conjunto de nuestro pueblo ha demostrado una actitud ejemplar que debe mantenerse, porque sólo con disciplina social se puede combatir la enfermedad y sus secuelas tanto sociales como económicas.
También llamamos a defender los servicios públicos, y en particular la sanidad, apoyando el esfuerzo de decenas de miles de trabajadores de la salud, y de quienes vinculados a trabajos esenciales han dado claro ejemplo de quien trabaja por su país, frente a quienes lo parasitan y lo destruyen con un falso patriotismo de bandera y luto.
Reclamar el fin de las restricciones derivadas del estado de alarma en aras a una falsa libertad no es sino colocar los intereses de unos pocos frente a los legítimos de la mayoría del pueblo.
La ultraderecha con sus provocaciones y algaradas callejeras conoce perfectamente que no respetando las normas de distancia física se acrecienta el riesgo de contagio de la población, lo que pone en riesgo la implementación de las fases de desescalada en aplicación y el progresivo fin del desconfinamiento, porque si la cifras de contagio empeoran, se producirá una clara vuelta atrás. En su orgía del caos, todo les vale para atacar y debilitar al Gobierno: si no decretó el estado de alarma antes, porque no lo hizo; si lo prorroga, porque es innecesario. En definitiva, todo les vale con tal de preservar prebendas y privilegios con insensateces que de manera mayoritaria sufre la clase trabajadora que con su esfuerzo va deteniendo una brutal pandemia.
Lograr que las fases de desescalada y la libertad de movimientos de nuestro pueblo continúen, depende de hacerlo de manera disciplinada y coordinada, sin sabotajes.
La crisis económica y social, aparejada a la pandemia debe ser superada a favor de la mayoría social trabajadora, y eso solo será posible ampliando el Escudo Social de protección y recuperando nuestra soberanía económica, poniendo en marcha un modelo productivo robusto que permita que España recupere una industria y un sistema energético públicos. Es por lo que reafirmamos la necesidad de trabajare para adoptar medidas para retomar el control industrial, energético y productivo desde el Estado.
Plenamente conscientes de la necesidad de mantener las medidas de distanciamiento físico, animamos a secundar las expresiones de apoyo a los sectores de la sanidad pública, a la clase trabajadora que enfrenta la pandemia y a las medidas adoptadas por el Gobierno para preservar la salud y los derechos sociales básicos de nuestro pueblo. En esta línea, llamamos a continuar aplaudiendo a las 20.00 horas todos los días, en apoyo a los profesionales de la sanidad pública y de los sectores productivos. Porque sus cacerolas no podrán callar nuestros aplausos.
De manera especial animamos a todas las organizaciones territoriales del PCE para que continúen colaborando con las iniciativas, redes y acciones de solidaridad popular que actúen en sus ámbitos de intervención, porque desde ese germen de construcción de poder popular es como se combate al fascismo y sus secuaces.