El Partido Comunista de España saluda a los trabajadores de la India y felicita a los sindicatos por el gran éxito de la huelga general del 8 y 9 de enero de 2019, conseguido pese a la abierta hostilidad mostrada por la patronal y el gobierno, por las empresas, y pese a la represión de la policía y la actuación de piquetes de matones al servicio de las empresas y del partido del primer ministro Narendra Modi, el Baratiya Janata. Los sindicatos indios ya convocaron en septiembre de 2015 y en septiembre de 2016 otras huelgas generales, y acusan al gobierno de ignorar la carta con doce demandas que le fue presentada, y de imponer además una reforma laboral que daña gravemente las condiciones de trabajo en todo el país.
La huelga general ha sido un gran éxito de movilización. Han participado en ella decenas de millones de trabajadores en toda la India (algunas fuentes hablan de doscientos millones), desde Odisha a Kerala, de Karnataka a Bengala, de Rajastán a Maharashtra, de Andhra Pradesh a Bihar; en Jammu y Cachemira, en el Punjab, en Bombay y Delhi, en Calcuta, Bangalore y Madrás. Decenas de miles de trabajadores tomaron las calles de la capital del país, Delhi. Tiendas, bancos, hospitales, escuelas, fábricas, refinerías de petróleo, minas, puertos y acerías, han cerrado, en lo que ha supuesto una de las mayores movilizaciones sociales de la historia de la India, y donde la participación de las mujeres ha sido muy destacada.
La India ha asistido con emoción al estruendo de millones de gargantas, al clamor de millones de trabajadores, al mar de banderas rojas que ha inundado las ciudades, donde se han manifestado centenares de miles de personas, y, al mismo tiempo, miles de trabajadores han bloqueado las carreteras en todo el país, llegando a aislar ciudades. La huelga ha sido protagonizada por trabajadores de las fábricas de los centros industriales, de trenes y metros, por campesinos agobiados por las deudas y por los frecuentes suicidios, por obreros de empresas multinacionales, por funcionarios, estudiantes, por decenas de miles de trabajadores de BEST, la empresa de transporte de Bombay, en una gigantesca huelga calificada por el CITU (Centre of Indian Trade Unions) como histórica, y que ha llevado a su secretario general, Tapan Sen, a afirmar que esa movilización sin precedentes muestra el rechazo de los trabajadores a la política neoliberal del gobierno de Modi, a su apoyo a las empresas y su feroz ataque a los derechos de los trabajadores.
La huelga general se convocó en protesta por las decisiones del gobierno del Baratiya Janata, y para reclamar un salario mínimo digno (de 18.000 rupias, unos 220 euros), además de medidas contra el desempleo, de aumentos salariales, y del desarrollo de una seguridad social y de pensiones dignas para todos los trabajadores, junto a mayores inversiones en el sector público de la economía y el cese de las privatizaciones de empresa del Estado. Los huelguistas protestan también contra el alza de los precios, por la creciente precariedad en el trabajo y reclaman unas leyes laborales justas. Las centrales sindicales se oponen a la enmienda del gobierno de Modi a la Ley de Sindicatos de 1926, que supone un duro ataque a la actividad sindical, y reclaman la aprobación de leyes que velen por la seguridad en el trabajo: en la fábrica de Bawana, murieron diecisiete trabajadores a principios de 2018, y, cinco días antes de la huelga general, el 3 de enero, siete trabajadores más murieron tras una explosión en una fábrica ilegal de Moti Nagar, al oeste de Delhi. Los sindicatos acusan al gobierno de Modi de dar protección gubernamental a prácticas ilegales de las empresas, donde muchos empresarios llegan a ocultar a parte de las plantillas para evitar pagar indemnizaciones en caso de accidente o muerte. El gobierno permite una gran impunidad a esas prácticas, concluyendo con multas mínimas a los empresarios.
Como en otros países, el gobierno ha respondido con la represión. Se han producido duros choques con la policía en distintas ciudades del país, en Odisha, Kerala, Bengala. En Rajastán, más de cincuenta trabajadores resultaron heridos. Miles de personas han sido detenidas por la policía en todo el país, y la policía detuvo en Calcuta a los dirigentes del Partido Comunista, Sujan Chakraborty y Anadi Sahoo.
El Partido Comunista de España denuncia la represión del gobierno de Delhi, su ataque a los sindicatos y su deliberada política de arrebatar derechos sindicales y facilitar la descarnada explotación de los empresarios, mientras impulsa una política neoliberal que afecta al futuro del país y entrega buena parte de la riqueza del país a las multinacionales. El Partido Comunista de España hará llegar al gobierno de Narendra Modi su exigencia para que ponga en libertad a todos los detenidos; y quiere felicitar también a los comunistas indios, al CPI y al CPI (M), a toda la izquierda, a los sindicatos, a todos los trabajadores de la India, por la extraordinaria huelga general que han protagonizado.