La patronal del transporte (Comité Nacional del Transporte por Carretera) anunció la convocatoria de un cierre patronal para los días 20, 21 y 22 de diciembre, ante la subida de los precios del combustible.
Ante los intentos de manipular a la opinión pública, hay que decirlo las veces que sea necesario: no es una huelga de conductores y conductoras para reclamar mejoras laborales, es un cierre patronal.
Aunque una parte de los empresarios solo pretendan chantajear al Gobierno para conseguir mas subvenciones, una parte importante de sus dirigentes están ligados a la extrema derecha, y pretenden desestabilizar el país, para desgastar al Gobierno de coalición, sin importarles el daño que puedan hacer a toda la sociedad.
Esa misma gran patronal que condena a la precariedad y la explotación a sus trabajadores, autónomos y pequeñas empresas, incumpliendo los convenios y las leyes laborales, dándoles un trato degradante y abusivo.
Es hora de acabar con los bajos salarios, con los destajos y jornadas extenuantes sin descanso suficiente que dispara el riesgo de accidentes e impide la conciliación laboral y personal.
Llamamos a los trabajadores y trabajadoras del transporte a no dejarse utilizar, a organizarse y luchar sindicalmente para defender sus derechos frente a una patronal explotadora y sin escrúpulos, empezando por denunciar esta grosera usurpación del derecho de huelga, como ya están haciendo algunos de sus compañeros.
Si hablamos de la situación del sector, lo primero son las trabajadoras y trabajadores del transporte por carretera, a quienes llamamos a luchar para mejorar sus condiciones laborales laborales, frente a una patronal despiadada y salvaje:
- Subida de salarios incrementando los conceptos fijos sobre los variables, pagando las horas trabajadas y computando el tiempo de disponibilidad (horas fuera de su domicilio), así como dietas suficientes.
- Garantizar descanso diario y semanal suficiente, limitando la jornada o compensando con más tiempo de descanso y conciliación personal.
- Aumentar las plantillas, promocionando un relevo generacional con la formación de nuevos conductores.
- Construir áreas de descanso seguras, con la instalación de aseos, duchas y comedores en los centros logísticos
- Detener las autorizaciones de transporte a megacamiones o duotrailers, por seguridad vial, teniendo en cuenta la orografía de nuestro país), y para la creación de empleos de calidad.
- Exención de la carga y descarga para el personal conductor y computación de los tiempos de espera.
Por otro lado, defendemos las reivindicaciones de los y las conductoras autónomas y de los pequeños transportistas, que también son víctimas de los abusos de las grandes patronales del transporte.
Llamamos a los partidos de izquierda y a las administraciones, en especial al gobierno de coalición, a escuchar las reivindicaciones laborales y sociales de los y las trabajadoras de este sector estratégico para establecer condiciones de trabajo dignas.
Demostraron ser un sector esencial durante la pandemia, garantía del suministro y abastecimiento de productos de primera necesidad para el funcionamiento de la sociedad.
Nuestro país tiene una deuda con la clase trabajadora y en concreto con este sector, históricamente golpeado por la precariedad y una patronal extremista y abusiva.
Es de justicia que los aplausos de de ayer en los balcones, sean la condiciones de trabajo dignas de hoy.