Desde el 28 de junio hasta el 10 de julio, la OTAN está realizando ejercicios navales en el Mar Negro, a las puertas de Rusia, denominados Sea Breeze. Con Estados Unidos y Ucrania al frente y treinta países participando con fuerzas militares, ese despliegue es otra demostración de la hipocresía de la alianza militar occidental que mientras declara su preocupación por la paz en el Este de Europa y en el mundo, desarrolla una agresiva campaña de acoso en todo el territorio que va desde el mar Báltico, pasando por las fronteras terrestres europeas limítrofes con Rusia, hasta el Mar Negro. Entre los participantes en los ejercicios Sea Breeze se encuentra España, y el buque Rayo de la Armada española.
En las últimas semanas se han multiplicado las provocaciones militares a lo largo de las aguas jurisdiccionales rusas y en el límite de su espacio aéreo. Tras el paso de barcos de guerra de Gran Bretaña y de Países Bajos, el 23 de junio un destructor de la Royal Navy británica, HMS Defender, violó las aguas rusas recibiendo disparos de aviso para que variase su rumbo. Según las revelaciones del diario británico The Telegraph, la ruta había sido aprobada por Boris Johnson, lo que constituye una evidente provocación con la complicidad de Estados Unidos y la OTAN. En la práctica, en el Mar Negro hay barcos de la OTAN siempre presentes, lo que obliga a una constante vigilancia de la flota rusa para garantizar el cumplimiento de la Convención de Montreux, que estipula que los barcos militares de países no ribereños del Mar Negro solo pueden permanecer en sus aguas un máximo de 21 días. Esa constante presión sobre Rusia, a quien Estados Unidos y la OTAN fuerzan a sostener un costoso dispositivo de vigilancia, tiene el objetivo de mantener hacia Rusia un duro acoso militar y político, ligado a otros operativos occidentales en Bielorrusia, Ucrania y el Cáucaso.
Las maniobras navales Sea Breeze son las mayores de los últimos veinte años, con protagonismo de Estados Unidos y Ucrania, y están convirtiendo al Mar Negro en el más militarizado del mundo. En esa absurda carrera militarista, Ucrania ha acordado con Londres la construcción de dos puertos militares conjuntos, que reforzarán el dispositivo de la OTAN en el Mar Negro. Tras esas operaciones militares se encuentra el objetivo del Pentágono, apoyado por la OTAN, de asegurar la hegemonía militar norteamericana en Europa y en el mundo, continuando una política que solo ha causado muerte, sufrimiento y destrucción, como se constata estos días en Afganistán, tras veinte años de guerra y de ocupación militar estadounidense.
El Partido Comunista de España denuncia ante los trabajadores españoles y ante la opinión pública la agresividad imperialista de Estados Unidos, ante la que los sindicatos y las organizaciones progresistas y amantes de la paz deben impulsar un calendario de protestas. Al mismo tiempo, el PCE exige al gobierno español que no participe en operativos militares que como Sea Breeze en nada contribuyen a la consolidación de la paz en Europa y en el mundo. La paz no necesita los ejercicios militares de la OTAN.
¡OTAN, no, bases fuera!