La presencia entre nosotros del compañero y amigo Albert Escofet ha tenido siempre un sentido intenso y profundamente de izquierdas. Siempre ha sido un hombre de convicciones, próximo a todos, íntegro y honesto. Siempre ha sido un ejemplo de comunista convencido.
Desde sus años de trabajo en la banca (primero en el Exterior/Argentaria y después en el BBVA), en los que destacó como dirigente sindical de las Comisiones Obreras tanto a nivel de Catalunya como estatal, hasta su trayectoria en el Partit Socialista Unificat de Catalunya, en los momentos de la ruptura del partido, jugando un papel importante en la creación del PSUC viu, junto con otros muchos compañeros, llegando a ser Secretario General del 2003 hasta el 2011. Durante estos años, fue miembro del Comité Federal, Comité Ejecutivo y Comisión Permanente del PCE, nuestro partido hermano, como también del Consell Nacional de Esquerra Unida i Alternativa. En este momento, Albert era un entusiasta impulsor de la nueva Esquerra Unida de Catalunya, junto con otros muchos compañeros y compañeras.
Pero estrechamente ligado a su actividad de partido, Albert ha sido un decidido militante en los movimientos sociales, de los cuales podemos recordar la UCR (Unidad Cívica por la República), o el Ateneu Dignitat –del que fue fundador-, impulsando charlas y debates sobre varias temáticas, creando a su alrededor un numeroso grupo de amigos y militantes con quién promocionar la lucha política y sindical, y la de varias Mareas (la Marea de Jubilados y Pensionistas, la Marea Blanca de la Sanidad, contra la Pobreza Energética, etc.). Su espíritu solidario lo llevó a ser miembro activo de las causas de los pueblos de Cuba, Venezuela, Palestina o del Sáhara.
Podemos recordar su afición al teatro (compartimos una lectura dramatizada de un texto sobre el President Companys y los hechos de Octubre de 1934, en la que él representaba al coronel Escofet), a viajar, a leer, a tener una intensa presencia en las redes sociales (su última publicación reclamaba un juicio histórico a los dirigentes catalanes que han dejado nuestra sanidad pública bajo mínimos), y sobre todo, su sentido de la amistad. Siempre con su sonrisa, su gesto amable con sus amigos próximos y no tan próximos, su pipa, la cordialidad de sus palabras acompañando su trabajo militante.
Quizás su compromiso con la causa republicana lo llevó a desaparecer de entre nosotros un 14 de abril. Quizás sea todo un símbolo. Nuestra reivindicación de la III República siempre irá ligada a su recuerdo, por los muchos actos que él organizaba y protagonizaba en la Pl. Sant Jaume o en la Pl. de la República de Nou Barris. Pero desde este momento, con tristeza pero con un gran aprecio, siempre tendremos un recuerdo especial para él cada 14 de abril.
En un día como hoy, este recuerdo y aprecio quieren acompañar también a su compañera y a sus hijos. Hasta siempre, Albert. Te recordaremos.
Barcelona, 15 de abril de 2020