Ante el debate sobre la plataforma OnlyFans, denunciamos que esta actúa como un "proxeneta digital". Aunque la plataforma no obliga físicamente a nadie a crear contenido, se beneficia económicamente de la venta de actos sexuales y contenido íntimo, cobrando una comisión del 20% de los ingresos de quienes crean contenido.
Desde nuestra perspectiva abolicionista entendemos que el proxenetismo no requiere coerción física directa; basta con que un tercero se lucre de la prostitución/venta de actos sexuales de otra persona como lo es también la tercería locativa. OnlyFans, al proporcionar la plataforma, procesar los pagos y sacar una tajada, cumple esta función.
La mayoría de las personas que recurren a OnlyFans y plataformas similares no lo hacen por puro "empoderamiento" o deseo, sino por necesidad económica, precariedad y falta de alternativas.
La narrativa del "empoderamiento" es una fachada que enmascara la misma dinámica de explotación de la prostitución tradicional: los cuerpos de las personas, especialmente de las mujeres, se convierten en mercancía para resolver problemas de dinero. La presión económica es una forma de coerción.
OnlyFans perpetúa y normaliza la objetificación sexual y la cultura de la violación.
Al comercializar la intimidad y el acceso al cuerpo de las mujeres, se refuerza la idea de que las mujeres existen para el consumo y placer masculino. Lo que tiene un impacto negativo en la autoestima de las creadoras y en la forma en que la sociedad en general ve a las mujeres.
Este es un punto crucial. Desde el abolicionismo cuestionamos radicalmente que se pueda dar un consentimiento libre y genuino en un contexto de desigualdad estructural.
¿Se puede hablar de elección libre cuando las alternativas son la pobreza, los trabajos mal pagados o la deuda? El consentimiento en un sistema capitalista y patriarcal está viciado por estas presiones. Se tiene que hacer distinción entre "consentimiento" (que puede darse por necesidad) y "deseo auténtico".
Aunque algunas creadoras de alto nivel ganen mucho dinero, la gran mayoría no lo hace. La plataforma puede ser una puerta de entrada para la explotación más grave.
OnlyFans puede ser utilizado por proxenetas y tratantes para coaccionar a víctimas de trata con fines de explotación sexual, obligándolas a producir contenido bajo la apariencia de legalidad y "trabajo autónomo", lo que dificulta su detección.
El PCE no abogamos por criminalizar a quienes crean contenido (que consideramos víctimas del sistema), sino por implementar el llamado Modelo nórdico o de Descriminalización de las Personas en Prostitución:
• Criminalizar la demanda: perseguir a los "consumidores" (los suscriptores que pagan) y a los proxenetas (la plataforma OnlyFans misma, en este caso).
• Descriminalizar a las personas explotadas: no castigar a quienes crean contenido.
• Proveer alternativas reales: apoyo económico, vivienda, formación educativa y laboral, y programas de salida para quienes quieran dejar la plataforma.
