El 24 de febrero de 2022 hará un año de la entrada de las tropas rusas en Ucrania que transformó en guerra abierta el conflicto larvado que existía en el Dombás, desde que el gobierno ucraniano, con la complicidad de la UE y los EEUU, comenzó a reprimir y acosar a la población rusofona, incumpliendo los Acuerdos de Minsk que podían haber garantizado la paz a esa la región.
Desde el primer momento, el PCE condenó tanto la invasión de territorio ucraniano por Rusia, contraría al derecho internacional, como la intención de la OTAN de ampliar su extensión hasta la frontera de la Federación Rusa, rompiendo el consenso existente tras la unificación de Alemania.
Hemos defendido y defendemos que es imposible construir una política de paz y seguridad europea incrementando el militarismo.
Este año de guerra ha agravado la crisis que arrastraba Europa, provocando nuevas crisis migratorias en las que millones de seres humanos tienen que vivir en condiciones infrahumanas con todo tipo de sufrimientos, como el secuestro de mujeres con fines de explotación sexual.
Las sanciones que se han impuesto a Rusia las están pagando los pueblos europeos. Han provocado una subida del precio de la energía, disparado la inflación y aumentado los tipos de interés, repercutiendo en el precio de las hipotecas.
Transcurrido este año, la situación es realmente peligrosa. No existe ningún canal negociador y solo parece contemplarse una salida militar de la guerra. Por ello, reiteramos muestras defensa de una salida justa y negociada al conflicto que respete la legalidad internacional y el derecho a la seguridad de todos los Estados de la región.
Trabajamos en todos los escenarios nacionales e internacionales para que España abandone su implicación en el conflicto, deje de enviar armamento y de formar militares del Gobierno de Zelenski y se sume al grupo de estados que están desarrollando la Diplomacia de la Paz, como México, Colombia, China, Brasil y el Vaticano.
Por todo ello llamamos a participar en las movilizaciones convocadas para el 24 y 25 de Febrero en todo el mundo, que desde diversas posiciones políticas e ideológicas, reclamarán que Naciones Unidas convoque una Conferencia de Paz y Seguridad que ponga fin a la guerra y restaure el derecho internacional.
Por último, no hay que olvidar que perviven otros 25 conflictos armados, como los de Siria, Palestina o el Sahara Occidental, en los que se multiplican las víctimas inocentes y se comprueba el cinismo y doble vara de medir de EEUU y sus aliados de la OTAN para quienes la legalidad internacional solo existe cuando sirve a sus intereses.
Frente a la ofensiva imperialista que pretende llevar al mundo a una nueva Guerra Fría, defendemos unas relaciones internacionales multilaterales que entierren la lógica de los bloques militares y pongan fin al colonialismo en cualquiera de sus formas, para que las Naciones Unidas recuperen el sentido original de su Carta Fundacional.
Es hora de hacer la paz!
Paremos a los canallas que hacen las guerras.
Alto el fuego. Diálogo.