Información sobre cookies

Aceptar Utilizamos cookies propias y de terceros para realizar análisis de uso y de medición de nuestra web para mejorar nuestros servicios. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí: Política de Cookies

Nº 256 de Nuestra Bandera - Trabajar las elecciones municipales para defender y avanzar en derechos frente a la ofensiva neoliberal y la crisis
1 de Septiembre de 2022

Editorial

Trabajar las elecciones municipales para defender y avanzar en derechos frente a la ofensiva neoliberal y la crisis

Iniciamos con este número de Nuestra Bandera un curso político lleno de incógnitas, tanto en lo internacional como en lo nacional. Con la guerra de Ucrania, sin perspectiva de solución en el corto plazo, que está siendo utilizada para condicionar el proceso de transición que vive un orden internacional cada vez más cerca de una nueva Guerra Fría, y que obliga a las fuerzas antiimperialistas a dotarse de una coordinación y colaboración en defensa de un proyecto común de paz y progreso para toda la humanidad.

Guerra de Ucrania que tiene unas dramáticas repercusiones en las condiciones de vida de la clase trabajadora y de nuestro pueblo, y una políticadoméstica en la que asistimos al proceso de reconfiguración de la izquierda en torno al proyecto Sumar que impulsa la Ministra de Trabajo, Yolanda Diaz, como instrumento para revitalizar a nuestra base social y afrontar con ilusión el ciclo electoral en el que nos jugamos la consolidación de los avances sociales y económicos que ha impulsado el Gobierno de coalición; un reto para el que se debe conformar y articular la mayor base social y política posible que represente los deseos de bienestar, justicia social, igualdad, soberanía y paz de nuestro pueblo y a las organizaciones de izquierda y progresistas que luchan por esos objetivos.

Nuestra Bandera no será neutral en todas estas batallas, de manera que, en coordinación con otras revistas políticas y centros de pensamiento, nos esforzaremos en tratar de dotar a las fuerzas revolucionarias de propuestas y argumentos que permitan disputar la hegemonía ideológica al pensamiento neoliberal, patriarcal, autoritario. En este sentido, el I Encuentro Internacional de Publicaciones Teóricas de Partidos y Movimientos Políticos de Izquierdas, que anima la revista Cuba Socialista y que se celebrará en La Habana el próximo mes de octubre, ofrece la oportunidad de reflexionar sobre los problemas y desafíos que enfrentan las fuerzas revolucionarias y progresistas del mundo en las circunstancias actuales.

Desde estas perspectivas, con el horizonte de las elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán en mayo de 2023, hemos querido diseñar este número de Nuestra Bandera para que sea un instrumento útil que nos permita valorar la importancia de esta cita electoral. En ella nos jugamos algo más que la renovación de ayuntamientos, diputaciones y parlamentos autonómicos, en la medida en que su resultado marcará, sin duda, tendencia con repercusiones en el resto del ciclo electoral que culminará con unas elecciones generales que, como decíamos, son determinantes para el futuro del país.

En toda nuestra historia, el municipalismo ha estado en la raíz de cualquier movimiento realmente popular y ha supuesto una referencia en las luchas de la izquierda por transformar la sociedad, acumulando una larga experiencia que debe ser analizada para que nos permita afrontar el próximo ciclo político en las mejores condiciones.

Así, la larga experiencia municipalista acumulada desde 1979 nos indica que sin una plena democratización de los ayuntamientos, que incluya toda la maquinaria técnico/burocrática, es imposible que se pueda hacer realidad el objetivo de «poner las instituciones y sus recursos al servicio del pueblo». Porque es una realidad que las decisiones de quienes representan legítimamente la voluntad popular se pueden ver distorsionadas e incluso anuladas por un entramado jurídico y toda una maquinaria técnico/burocrática que, sin presentarse a las elecciones, se configura como el poder real de las instituciones.

Esto significa que hay que dar prioridad a la necesidad de revocar las leyes con las que el PP configuró un «superpoder» municipal en manosde cuerpos funcionariales, no elegidos democráticamente, desde el que recortar la autonomía local, y poder dotar a las corporaciones municipales de instrumentos jurídicos y una base legal para que puedan dar respuesta a las demandas de la ciudadanía a la que representan. Para ello urge una nueva ley de financiación local, y la urgente derogación de la Ley 27/2013 de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local aprobada en su día por el Gobierno del PP.

Los Gobiernos autonómicos y central, por sí mismos, no pueden hacer frente a una crisis tan profunda como la que se viven en estos tiempos. No podemos dejar de reivindicar que las corporaciones locales jueguen un papel protagonista en el desarrollo de las políticas encaminadas a combatir el coste social de la crisis; políticas que prioricen lo público sobre lo privado y que sitúen el interés general como la brújula que marque el rumbo de toda acción política. Sin una ley de financiación para los ayuntamientos que otorgue recursos suficientes ese objetivo no se podrá cumplir.

Para ello es necesario plantear una propuesta municipalista que sitúe a los ayuntamientos como pieza clave en el desarrollo de un modelo alternativo de organización económico, social y medioambiental que supere, desde su raíz, la crisis estructural que sufre el modelo de acumulación capitalista de carácter especulativo que hoy domina amplios sectores de la economía nacional.


Destacamos la reivindicación de un papel protagonista de los ayuntamientos en el diseño y ejecución de políticas económicas que generen empleo y permitan la activación de la inversión pública en servicios y equipamientos como vivienda, enseñanza, salud, transporte, cultura, deporte, etcétera. Estas inversiones contribuirían eficazmente a dinamizar la economía y mejorarían el nivel de vida de las clases populares más afectadas por las consecuencias de la crisis. Es necesario plantear una revisión tanto de la legislación como del entramado técnico/burocrático sobre el que se desarrolla la acción municipal para que sean realmente una pieza básica en favor de una gestión eficaz y democrática de los recursos públicos, lo que implica no solo el control del despilfarro y la corrupción, sino también una racionalización de la gestión en favor de obtener el máximo aprovechamiento de los recursos.

Cuestión básica en la configuración de un municipalismo transformador y que, por ello, tiene un tratamiento específico en este número de Nuestra Bandera es la necesidad de que los ayuntamientos jueguen un papel determinante en la lucha frente al patriarcado que margina y castiga a la mujer.


La inclusión de valores feministas en las propuestas de transformación social es imprescindible para dar una perspectiva realmente justa e igualitaria a nuestras propuestas de futuro. Los ayuntamientos tienen que ser instrumentos al servicio de la aplicación de las leyes feministas que se están aprobando como resultado de años de movilizaciones del movimiento feminista y gracias a la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno; no puede haber un nuevo modelo de sociedad si no somos capaces de entender que el patriarcado es uno de los pilares básicos sobre los que se sostiene la ideología capitalista. Como es crucial en estos momentos que los ayuntamientos contribuyan a paliar la crisis climática con iniciativas que promuevan la reconciliación de nuestras formas de vida, de consumo y producción, con la naturaleza, dando un papel protagonista a la ciudadanía mediante la participación democrática para la implantación de medidas en la lucha contra el cambio climático.

Todos estos planteamientos tienen que tener una base sólida en avanzar hacia una democracia participativa, de manera que los instrumentos que dan protagonismo a la ciudadanía en la toma de decisiones municipales no se limiten a permitir que se pueda decidir sobre un porcentaje más o menos amplio del presupuesto municipal, sino que se desarrolle un modelo de ayuntamiento en el que el pueblo juegue un papel protagónico en todo lo relacionado con la resolución de las cuestiones que le afectan directamente.

Desde estas pinceladas se deduce que el municipalismo, en su más amplio sentido, tiene que ser una pieza determinante en todo proyecto que pretenda una transformación de la sociedad en un sentido avanzado, cuestión que no puede entenderse de forma aislada a la configuración de un frente amplio de fuerzas sociales y políticas que, construido desde la base, sea capaz de referenciar toda la pluralidad y diversidad que hoy tiene la izquierda. Y debe hacerlo desde la cooperación y la coordinación, para conseguir sumar esfuerzos y generar ilusión en la base social que recupere protagonismo y conciencia de ser el sujeto político de las transformaciones necesarias para construir un proyecto de país al servicio de la clase trabajadora y las capas populares.

De estos planteamientos, bajo el título «Poder local de izquierdas: garantía de derechos», la sección POLÍTICA ofrece un elenco riquísimo de experiencias municipalistas y de análisis de estas por parte de sus protagonistas en el trabajo desarrollado en los ayuntamientos, señalando las claves de las políticas municipales de izquierdas en estos cuatro años pasados y los retos a abordar. Un debate imprescindible ante las elecciones municipales de 2023.

Así, Rubén Pérez Correa, en su artículo «Municipalismo de izquierda para construir un nuevo modelo de país. Los retos del PCE e IU en el ámbito local», introduce globalmente el debate, señalando los ejes fundamentales de una alternativa de izquierdas para los ayuntamientos, de un municipalismo participativo y democrático, y constatando que, transcurrido más de cuarenta años de las primeras elecciones democráticas municipales, las reivindicaciones que ha defendido históricamente el PCE e IU para las entidades locales siguen siendo las mismas, ya que no se han resuelto completamente sus necesidades: autonomía, más competencias con más recursos y democratización de sus órganos.

En «Municipalismo, un espacio para la convergencia: “Si la convergencia municipal es necesaria, hagámosla posible”», Yolanda Rodríguez González afirma que los retos para las próximas elecciones municipales de 2023 songrandes y deben abordarse con audacia, poniendo toda la carne en el asador para articular una relación de fuerzas y sujetos políticos que hagan posible la convergencia municipal. Cooperación y generosidad son necesarias para que se mantenga en el tiempo.

Ángel de la Cruz entiende que el municipalismo no puede ser un apartado más dentro del catálogo programático de la izquierda, sino la base de su proyecto. En su trabajo «Contra el poder: la importancia del municipalismo» anima a que cada pueblo, cada barrio, debe ser una trinchera, una casamata en la guerra de posiciones que la izquierda debe librar extendiendo la lucha política más allá de las instituciones.

El artículo de Ana Reina Ramos, «Municipalismo: empleo de calidad e igualdad», expone que la aplicación de la reforma laboral, la ley de estabilización en las administraciones públicas y la ley de igualdad conllevan una reforma estructural que beneficiará a millones de personas en nuestro país. Dicho trabajo tiene el propósito de ejercitar al lector en el análisis de la validez de las normativas aprobadas, su identificación y la discusión del efecto de la aplicación de las tres normativas cuando se cruzan, con una visión crítica desde el empirismo de las necesidades del empleo en la Administración local.

«La municipalización de servicios básicos: ¿por qué confiar en la gestión pública?», de María Sánchez Esteban, plantea que la decisión de un ayuntamiento de mantener o recuperar la gestión pública es profundamente ideológica y no aséptica, como curiosamente intenta decir la derecha de la gestión municipal. Se trata de la convicción de que algunas cuestiones, como el acceso a bienes de primera necesidad, deben quedar fuera de la lógica del mercado y que nadie debería poder hacer negocio a costa de derechos humanos básicos.

Xabier Pombo, en «Municipalismo y medio ambiente: decrecer es crear municipios donde vivir mejor», plantea los retos del municipalismo ante la crisis climática y el medio ambiente, la alternativa del decrecimiento como salida viable ante las futuras y actuales crisis que provoca el modelo capitalista, o como buscar pueblos y ciudades más sociales, justas y sostenibles.

«¿Cómo transformar la sociedad hacia la equidad de género desde la política municipal desarrollada por la acción de gobierno de la izquierda transformadora?» es el trabajo de Yasmina Triguero, que reflexiona desde su experiencia como concejala y alcaldesa de un municipio asturiano de 22.400 habitantes. Desde la voluntad de la izquierda trasformadora de avanzar hacia una sociedad más equitativa socialmente, feminista y ecologista y las conquistas alcanzadas, se plantea reflexionar dónde estamos, cómo hemos llegado y si estamos logrando los efectos deseados. La autora se pregunta hacia dónde debemos ir para conseguir romper las brechas de género existentes y qué estrategias debemos utilizar desde donde actuemos políticamente.

Clara Alonso, en «Planes de igualdad y municipalismo, una herramienta renovada», se plantea si pueden ser los planes de igualdad una herramienta útil para pensar el municipalismo. ¿Es la Administración local importante para las mujeres? ¿Se puede articular una agenda feminista transformadora desde nuestros pueblos y ciudades? Desde estas preguntas, y con la referencia del recién aprobado Primer Plan de Igualdad de Izquierda Unida, se trata de poner en valor la apuesta feminista en nuestra agenda municipal, que puede encontrar en los planes de igualdad una herramienta renovada. En

«La importancia del municipalismo para las políticas de igualdad: la experiencia de la Red de Municipios Libres de Trata y Prostitución», Cristina Simó analiza la génesis de la Red de Municipios libres de Trata y de Prostitución que se plasma como una experiencia de coordinación entre el MDM y las instituciones adheridas. Su objetivo es visibilizar la trata y la prostitución, que en España sufren miles de mujeres y menores de manera invisible en los municipios. El trabajo expone los pilares para una lucha eficaz en favor de la erradicación de la prostitución. En su opinión, estamos ante una experiencia que permite construir un municipalismo feminista global.

Diego Bernardo Rosas, en su artículo «Hacia una política municipalista de izquierdas y real», defiende que la cercanía al ciudadano convierte a la política municipal en la más importante a la hora de implementar políticas de izquierdas. Sin embargo, hoy en día existen muchas trabas para ello. La ley de bases, la financiación, la autonomía fiscal o el reparto de los fondos europeos suponen un lastre para el buen desarrollo del municipalismo. Ahí, señala, es donde se deben centrar los esfuerzos de la izquierda.

Juan Ponte, en «¿Somos imbéciles culturales? Mercancías y emancipación», se pregunta si puede suceder que las estructuras económicas capitalistas y sus dispositivos culturales de distracción masiva nos alienen hasta hundirnos irreversiblemente en la dominación. En este artículo se defiende que, sin perjuicio de la eficacia de los mecanismos ideológicos y las tecnologías de poder, siempre pueden construirse colectivamente alternativas para la emancipación.

«La cultura desde los municipios, el ejemplo de Benalmádena» es el artículo de Enrique Pablo Centella, que comienza con una breve explicación de Benalmádena como ciudad y el contexto político; continúa con la experiencia en el cogobierno de la ciudad al frente de la delegación de Cultura, exponiendo las actividades desarrolladas. Se plantea que la oferta cultural tiene que ver con la proyección de la ciudad hacia el exterior, como elemento vertebrador del atractivo turístico de la ciudad.

Arturo Villar Villar, en «La despoblación, un problema de Estado. Hacia una nueva ruralidad en nuestro país», por su experiencia como alcalde de Camprovín nos traslada el gravísimo problema de la despoblación, que se ha convertido en un problema de Estado y como tal habrá que abordarlo desde todos sus frentes posibles de actuación: instituciones estatales autonómicas y locales, y con la implicación de las partes afectadas, empresas, sindicatos, asociaciones, partidos políticos, etcétera. Es preciso tomar decisiones urgentes, adoptar medidas, normas, leyes y estrategias.

Pedro García analiza, en «El modelo municipal de Córdoba: características y retos», las políticas municipales que primero el PCE con Julio Anguita como alcalde y después IU han desplegado a lo largo de cuarenta años en Córdoba. Especialmente hace referencia a la participación ciudadana y la creación de espacios de gestión pública en la ciudad. Constituyen igualmente una prioridad la cultura, las políticas de igualdad y de defensa de la mujer —siendo ciudad pionera en ello—, las políticas en cooperación y solidaridad internacional… constituyendo en su conjunto un ejemplo de gestión transparente y honestidad. Algo que para el autor resulta sumamente incómodo a la derecha, que ha legislado para limitar el alcance de unas medidas que ponían en cuestión el modelo neoliberal de ciudad.

En «Municipalismo transformador», de Juan Manuel Bermúdez, se analiza la gestión municipal desde el triunfo de IU en Conil, en las elecciones de 1995, cuando se opta por buscar un desarrollo económico local asentado fundamentalmente en el turismo, basándolo en modelos de desarrollo endógeno, sostenible y social, con el objetivo de no perder las raíces y convertir a la comunidad local en perceptores de los beneficios económicos y sociales del turismo. A partir de ahí, el alcalde de Conil desgrana en un interesante análisis la política municipal desarrollada, señalando las trabas impuestas por un Estado incapaz de afrontar una financiación adecuada para los ayuntamientos, y donde la LRSAL (Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local) ha mermado la autonomía municipal y su capacidad de iniciativa, limitando las políticas en favor de la población, y que se hace improrrogable abordar.

En «Rivas, una ciudad construida colectivamente», Pedro del Cura, alcalde de Rivas hasta hace pocas semanas, expone el desarrollo de esta joven ciudad, donde el cooperativismo formó parte de sus orígenes y viene anclando desde hace treinta años sus políticas municipales en la vivienda y el empleo para sus vecinos, en la defensa de lo público y de su patrimonio, con la mirada puesta en los más vulnerables: mayores y jóvenes. Una dinámica que ha sido alterada, en opinión del autor, por el impacto de la crisis sanitaria y las medidas de la Comunidad de Madrid liberalizando el suelo y eliminando los mecanismos de supervisión y control por los ayuntamientos. «Rivas, párate a pensar» es el lema que abre la campaña que, desde la participación y la cogobernanza, debe definir y diseñar el futuro de la ciudad en los próximos treinta años.

La sección CULTURA se conforma en este número con tres temáticas: «Laicidad y Estado», «Arte y compromiso» y «Formación».

Laicidad y Estado cuenta con tres artículos aportados por Europa Laica. De Juanjo Picó, presidente de esta, «¿Hasta cuándo los acuerdos de 1979 con la Santa Sede?», donde expone que los acuerdos de 1979 con la Santa Sede son la clave de bóveda de la simbiosis Iglesia-Estado que permite que la Iglesia católica disfrute de enormes privilegios antidemocráticos que hay que denunciar y derogar por vulnerar principios constitucionales.

Sigue «Libertad de conciencia y laicidad del Estado. Dos retos pendientes», de Pedro López López, donde mantiene que la libertad de conciencia y la laicidad del Estado son dos principios constitucionales que siguen aparcados y mal resueltos desde la Transición. Europa Laica dispone de una propuesta articulada de ley para resolver esta carencia democrática. Y, de Asunción Villaverde, «Las inmatriculaciones de la Iglesia católica. Un escándalo monumental», donde expone que los privilegios de la Iglesia católica llegan al terreno inmobiliario con una legislación que le ha permitido inmatricular más de 100.000 bienes de todo tipo, incluidos los histórico-artísticos del dominio público, sin aportar título de propiedad alguno.

En el apartado Arte y compromiso, dos aportaciones resaltan la obra y el compromiso político de Juan Antonio Bardem en el centenario de su nacimiento. Inspirador del cine moderno, sorteando la censura permanentemente, resistiendo a las presiones, Julia Hidalgo y Felipe Alcaraz abundan en «La sonrisa de Bardem» la coherencia de este director de cine que «nunca dejó de representar los contenidos de una apuesta alternativa frente a la norma dominante».

Por otra parte, en «Y Juan Antonio Bardem… imprescindible», Juan Bardem Aguado —su hijo— nos trae un duro, valiente y entrañable trabajo sobre la vida, los sinsabores, los «castigos» de la coherencia… con ese dolor que destilan sus palabras y ese orgullo de que, a pesar de todo, la fortaleza y la convicción no movieron a Juan Antonio Bardem de su ideología, de su profesión y de su forma de entender la vida. Un artículo que invitamos a leer detenidamente desde una apuesta clara: que el poder no se salga con la suya, que no caiga en el olvido.

Y, por último, en Formación contamos con el trabajo de Jesús Rodríguez Rojo «El capital de Marx y nuestra acción política», donde defiende que El capital no debería ser visto por la militancia comunista como un texto erudito e inaccesible. Al contrario: se trata de una útil herramienta a la hora de conocer, y con ello transformar, la realidad. En el artículo se trata de sostener esta idea acompañándola de algunos consejos para encarar su estudio.

Nos honra tener como AUTOR INVITADO a Carlos Sánchez Mato, concejal del Ayuntamiento de Madrid desde 2015 hasta 2019 y delegado del Área de Gobierno de Economía y Hacienda del ayuntamiento entre 2015 y 2017, quien en mayo de este año fue absuelto por la Audiencia Provincial, junto a sus compañeras Celia Meyer y Ana Varela, de la querella que el PP presentó contra ellos en 2017 alegando malversación de caudales públicos y prevaricación, tras el encargo que hicieron de una auditoría externa de la empresa municipal Madrid Destino debido a los sobrecostes de los contratos del Open Tenis concedidos al empresario Ion Ţiriac durante los mandatos del Partido Popular. Tras una infame persecución del PP y Villarejo, la Audiencia les absolvió y condenó al PP por temeridad y mala fe. Por este motivo, Nuestra Bandera le encargó un artículo para que, desde su experiencia, analizara cómo los poderes fácticos actúan frente a las políticas transformadoras cuando la izquierda las pone en marcha en las instituciones. La lectura detallada de este interesante artículo, «Cómo vencer las resistencias ante la imparable transformación», evidencia la actuación de los tres ejes que usaron para su ofensiva: la mediática, la judicial y la propiamente institucional que, en opinión del autor, tratan de trasladar a la sociedad la idea de que no hay más que una forma posible de hacer política, la de ellos. Termina exponiendo cómo actuar para abrir la posibilidad de «un urbanismo al servicio de las familias trabajadoras, reclamar los bienes comunes, estar con las y los más vulnerables, que supone indefectiblemente ataques de las élites».

A VUELTAS CON LOS CLÁSICOS destina sus contenidos al conocimiento del proyecto científico de Faustino Cordón. En el trabajo de Rafael Jerez Mir, «El proyecto científico de Faustino Cordón (1945-1999)» se apunta su contribución a la historia natural de los seres vivos a la luz de la biología evolucionista, con un criterio biográfico: identificación del primer nivel del ser vivo a raíz de su revisión de la inmunología (1945-1954); implicaciones epistemológicas del monismo científico en biología y primer desarrollo de la teoría (1955-1957); revisión de Darwin y Paulov (1958-1960); selección de dos problemas generales del ser vivo —el origen filogenético de los primeros individuos de cada uno de sus tres niveles (proteína globular, célula y animal) y naturaleza de la unidad constitutiva de la individualidad de cada ser vivo— (1961-1969); y desarrollos del Tratado evolucionista de biología hasta su culminación con el caso de la especie humana (1970-1990). Toda una actualización genuinamente científica del materialismo dialéctico e histórico de Marx y Engels, que aún está a la espera de su superación.

XXI Congreso del Partido Comunista de España. Nuestra Bandera ha querido presentar las principales conclusiones del XXI Congreso del PCE celebrado en Madrid los días 1 y 2 del pasado mes de julio. Para ello contamos con dos artículos: uno de Enrique Santiago y otro de José Luis Centella, reelegidos secretario general y presidente del PCE, respectivamente.

Enrique Santiago, en «El PCE tras el XXI Congreso. Un partido del trabajo, feminista, ecologista y del socialismo», traslada los debates sustanciales que van a determinar la estrategia de los y las comunistas en estos próximos cuatro años y los retos a abordar. Una estrategia, indica, que sitúa «el trabajo, el feminismo y el ecologismo en el centro, porque son elementos constitutivos del modelo socialista que queremos construir». Se aprueba una guía de acción a través de los conflictos actuales, desde un compromiso claro por continuar reforzando el Partido como una herramienta útil para la clase trabajadora de nuestro país. Para su fortalecimiento formula una revolución organizativa con el protagonismo de la militancia.

El XXI Congreso mantiene la apuesta por la unidad como base de la política de convergencia. Finaliza haciendo un llamamiento a la unidad de acción y a la dirección colectiva en un momento en que el PCE «ha de volcarseen el conflicto social y también en la cercana convocatoria de elecciones municipales, que habremos de preparar junto a los compañeros y compañeras de Izquierda Unida».

En «El XXI Congreso aprueba una línea política internacional basada en conseguir las más amplias alianzas antiimperialistas en defensa de un mundo multipolar», José Luis Centella expone los debates congresuales desde la constatación del declive de los Estados Unidos como potencia hegemónica global que, junto al fracaso de la Unión Europea, abre una situación de transición hacia un nuevo orden internacional con el auge de los países emergentes, especialmente de China. Desde la ratificación de que solo se puede considerar la existencia de un bloque imperialista, el conformado por los Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea y la OTAN, el congreso defiende la necesidad de las más amplias alianzas antiimperialistas para avanzar en la construcción de un nuevo orden mundial multilateral, que permita conformar una comunidad internacional con un futuro compartido para toda la humanidad. Para ello, el XXI Congreso da prioridad a la reactivación del Movimiento por la Paz y reafirma la búsqueda de una Europa de paz contra el militarismo de la Unión Europea y por la disolución de la OTAN, la lucha contra la injerencia del imperialismo y la solidaridad con los pueblos en su lucha contra la agresión y su soberanía. En la construcción de un movimiento por la paz y contra la guerra en nuestros territorios se exige el diálogo como mecanismo para la paz en Ucrania y la paralización al envío de armas. Todo ello con tolerancia cero frente a cualquier repunte de organizaciones nazis o fascistas. En definitiva, un congreso que marcó una línea clara en la lucha contra el imperialismo por un futuro de paz y progreso para toda la humanidad desde una perspectiva de avance hacia el socialismo y el comunismo.

Finalmente, la sección de LIBROS cuenta con dos reseñas: la de Manuel García sobre la obra de José Vanaclocha Calatayud Cultura y política en la ciudad de Valencia, «Memoria del franquismo y de la transición a la democracia, itinerario de la Cartelera Turia (1964-1982), de José Vanaclocha Calatayud» y de Eloina Terrón Bañuelos sobre la obra de Enrique Javier Díez Gutiérrez y Javier Rodríguez La historia silenciada. Unidades didácticas para recuperar la memoria histórica democrática, «La historia del antifascismo en España silenciada de nuevo en la escuela». Para acabar, agradecer a Rubén Pérez Correa su trabajo en la conformación del monográfico sobre municipalismo, a Jaime Aja por su colaboración en el proceso de edición, a los diversos autores y autoras por su rica y rigurosa aportación a Nuestra Bandera, y a quienes con su trabajo hacen posible que esta revista vea la luz.

Categorías: 

Comparte: