No es noticia que PP y Ciudadanos eviten condenar el franquismo: representan a los herederos de los promotores y beneficiarios de la dictadura fascista que asoló España por 40 años: banqueros, golpistas, empresarios, iglesia, terratenientes. Sería como condenarse a si mismos, a su historia, a sus líderes fundadores.
En 2002 en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, el PP prometió ayudar a las familias de las personas represaliadas para abrir las fosas en las que aún continúan decenas de miles de demócratas, entre ellos miles de militantes del PCE. Fue una gran mentira oportunista, otra más de quienes impulsan el autoritarismo y el fascismo en nuestros días..
Pero sí ha sido novedosa la excusa usada por el partido de los sobres, de los recortes, de la “policía política” de Cosidó y de la guerra de Irak para evitar condenar el franquismo, excusa a la que se ha sumado la nueva derecha de Ciudadanos en el Senado: vincular la condena del franquismo y de su exaltación a la ilegalización de las organizaciones “comunistas y populistas”, esa nueva etiqueta que usan tanto para blanquear a los nuevos fascismos de hoy como para criminalizar a las respuestas populares ante la estafa del capitalismo, para esconderse de sus criminales políticas económicas.
PP y Ciudadanos han dejado bien claro su concepto de democracia: solo la permiten si la clase trabajadora y el pueblo renuncian a luchar contra el sometimiento y la explotación, si renuncian a luchar por el socialismo y por lo que denominan “populismo”.
Si el pueblo y la clase trabajadora se identifican con “el comunismo y el populismo”, entonces se consideran legitimados para defender, proteger, promover o no condenar el fascismo y el nazismo. Acaban la democracia y vuelven a la represión, el acoso, la mordaza y la ilegalización. Eso explica los acontecimientos lamentables a los que asistimos estos días: la amenaza contra la libertad ante el miedo a perder sus privilegios y su poder.
A lo largo de la historia de la Humanidad, la única ideología política que ha teorizado el exterminio completo de pueblos y sectores sociales o políticos ha sido el fascismo. La única que ha teorizado y aplicado el genocidio, los crímenes de guerra y de lesa humanidad para impedir la democracia y la lucha revolucionaria de los pueblos de Europa o someter y colonizar a los pueblos del resto del mundo. Ideología bajo la que los regímenes fascistas y colonialistas del siglo XX ejecutaron dicho exterminio de forma industrial.
Es un insulto a la humanidad, que el PP banalice los crímenes del franquismo, del fascismo y del nazismo equiparándolos cualquier otra ideología política, menos aún con el comunismo. Fue la URSS bajo la bandera del comunismo, con todos sus aciertos y errores, quien derrotó al nazismo que asoló Europa. Fue el Partido Comunista de España, la única fuerza política que combatió al franquismo en el interior de España del primer al último día, hasta que otras fuerzas políticas y sociales pudieron sumarse a este combate en los últimos años de la dictadura.
El PCE conoce muy bien qué es ser ilegalizado, qué es la persecución, la tortura, la cárcel, el exilio, el asesinato de sus militantes. Durante nuestros casi 100 años de historia hemos sido ilegalizados por las dos dictaduras impuesta por la derecha oligarquíca para frenar las ansias de libertad y democracia del pueblo español: la de Primo de Rivera y la de Franco que ahora PP y Ciudadanos evitan condenar, humillando nuevamente a las victimas e impidiendo la verdad, la justicia y la reparación.
No pudieron con el PCE por más que lo intentaron. Que tomen nota los nuevos cachorros de la derecha. Su adhesión al franquismo refuerza nuestro compromiso con la libertad y la democracia. .
Verdad, Justicia y reparación hasta eliminar todo los símbolos del fascismo de ayer.
Ni un paso atrás frente al fascismo de hoy.
El PCE, siempre en primera línea contra al fascismo, por la libertad, la democracia y los derechos humanos.