La noticia de la desaparición física del Comandante Balaguer nos deja a toda la militancia del PCE y de forma especial a quienes tuvimos la suerte de conocerlo personalmente, una sensación en la que se mezclan, junto con el dolor por su fallecimiento, el orgullo de haber podido compartir momentos entrañables y recibir sus innumerables enseñanzas, porque las reuniones y entrevistas con el Comándate Balaguer nunca eran protocolarias, siempre nos dejaban alguna enseñanza, siempre permitían concretar algún proyecto de futuro.
En estos momentos, en los que se agolpan recuerdos y vivencias compartidas es necesario resaltar como Balaguer siempre nos decía, que cada declaración, cada programa político, tenia que venir acompañado de un Plan de Acción que se plasmase en una propuesta de trabajo, porque, planteaba con acierto, que los análisis por muy acertados que fueran y las ideas, por muy brillantes que se presentasen, no servían para nada sino se organizaban, sino se transformaba en acción.
Al mismo tiempo, el Comándate Balaguer nos traslado dos enseñanzas fundamentales en la lucha frente al enemigo imperialista, por una parte el valor de la Unidad como arma imprescindible, sin la cual estábamos derrotados antes de iniciar la batalla, y por otra la necesidad de abandonar cualquier elemento de sectarismo que aislara a los Partidos Comunistas del resto de fuerzas políticas anti-imperialistas siendo necesario dedicar todos los esfuerzos a construir amplias alianzas con las fuerzas progresistas de todo el Mundo y de estas con los Movimientos Sociales, estaba decididamente empeñado en demostrarnos la necesidad de un trabajo conjunto de las fuerzas políticas y los Movimientos Sociales, y hacerlo desde el respeto mutuo a las diferencias con el convencimiento de que no es mas revolucionario quien hace los discursos mas “incendiarios”, sino quien es capaz de encuadrar a la mayoría del Pueblo en torno a objetivos concretos que aunque puedan parecer muy básicos son los que abren el camino a la Revolución en favor de libertad y justicia social.
De su cercanía en el trato personal guardo múltiples recuerdos, pero me quedo sin duda con dos que marcan su grado de humanidad, uno fue la emoción compartida cuando al recibir de sus manos la Medalla de la Amistad que me concedió el Consejo de Estado de Cuba, deje bien claro que no recibía esa Medalla a titulo personal, sino que lo hacia en representación de los miles de militantes del Partido Comunista de Cuba que hacen de la Defensa de Cuba y su Revolución uno de los motores de su vida política y personal, y otra cuando en el momento de la despedida física de Fidel Castro, intuyo que forzando un tanto el protocolo, me incluyó en el grupo de amigos de la familia Castro para que pudiera participar en representación del PCE en la ceremonia de despedida final de Fidel Castro en el Cementerio de Santa Ifigenia.
Tiempo habrá de desarrollar con mas profundidad sus aportaciones políticas, su contribución a fortalecer el movimiento comunista internacional. Desde su responsabilidad de Jefe del Departamento Internacional del PCC prestó gran atención a dar utilidad a los Encuentros anuales de Partidos Comunistas y Obreros, o de sus aportaciones en la mejora de las alianzas anti-imperialistas tanto en América Latina a través del Foro de Sao Paulo, como en el resto del Mundo desarrollando relaciones del PCC con todo tipo de fuerzas progresistas. Pero hoy toca fundamentalmente dejar sentado que el PCE comparte el dolor con su familia y amigos, y en lo que a mi me afecta, el sentirme un miembro mas del Departamento Internacional del PCC, cuyo equipo de mujeres y hombres sencillamente los adoraba como persona y lo respetaba como político.
José Ramón Balaguer, Comandante de la Revolución, martiano convencido desde su lucha juvenil contra la dictadura de Batista, disciplinado en el trabajo y en su forma de vida, consciente de sus responsabilidades, firme y coherente es sus ideas revolucionarias desde su incorporación al II Frente Oriental “Frank País”, Balaguer supo plasmar en su actividad política tanto las enseñanzas de Fidel, como la visión política de Raúl para ser consciente de la necesidad de ayudar a desarrollar la prioridades de la lucha revolucionaria que marca la actual dirección del Partido y el Estado Cubano con el Compañero Miguel Díaz-Canel a la cabeza.
En su despedida el Pueblo Cubano, el PCC y su dirección deben saber que toda la militancia del Partido, Comunista de España, le decimos un hasta siempre, al compañero, amigo, maestro, José Ramón Balaguer, Comandante de la Revolución Cubana.
José Luis Centella Gómez
Presidente del Partido Comunista de España
