Algunos medios de comunicación han dado cuenta de que en diciembre de 2022 Estados Unidos trasladó al continente europeo cien bombas nucleares B61-12 "mejoradas". El traslado de esas bombas estaba previsto para la primavera de 2023 pero fue adelantado, según informó el Pentágono en Bruselas a sus aliados de la OTAN, y reemplazarán a las anteriores bombas atómicas B61-3, B61-4 y B61-7 que Estados Unidos tiene en Italia, Alemania, Bélgica, Holanda y Turquía. Las nuevas bombas serán instaladas también en Gran Bretaña y probablemente se desplegarán contra Rusia en otros países de la OTAN, como Polonia y Finlandia. Un documento oficial de la US Air Force así lo ha confirmado. Las nuevas bombas pueden ser instaladas en Lakenheath (Gran Bretaña), Kleine Brogel (Bélgica), Büchel y Ramstein (Alemania), Aviano y Ghedi (Italia), Volkel (Holanda), Incirlik (Turquía).
Pese la intoxicación informativa servida por el Pentágono a los medios de comunicación, esa gravísima decisión no obedece al aumento de la tensión en Europa, ni a la guerra de Ucrania, ni tiene como propósito salvaguardar la paz, sino que responde al deseo del gobierno estadounidense de reforzar su poder militar y su hegemonía sobre Europa y el resto del planeta: antes del inicio de la operación militar rusa en Ucrania, la National Nuclear Security Administration de Estados Unidos (NNSA) ya anunció, en diciembre de 2021, que había completado la primera unidad de producción de la B61-12, y en febrero de 2022, Hans Kristensen, director del Nuclear Information Project, de la Federation of American Scientists, un científico que investiga los arsenales nucleares, revelaba que "la Fuerza Aérea planea lograr la certificación del diseño de la nueva bomba nuclear guiada B61-12 con el F-35A antes de enero de 2023. Después, la USAFE [United States Air Forces in Europe] comenzará la capacitación en certificación operativa nuclear para su despliegue con las unidades nucleares en Europa." Aplicando ese programa, en noviembre de 2022, la Fuerza Aérea estadounidense actualizó sus reglas de seguridad para el transporte de armas nucleares para permitir que el avión C-17A Globemaster III (el de mayor capacidad de Estados Unidos) lleve la nueva bomba nuclear B61-12.
De esa forma, los países que albergan las nuevas bombas violan el Tratado de No Proliferación que establece que cada uno de los Estados no nucleares se comprometen a no recibir armas nucleares directa o indirectamente”. A la tensa situación creada en Europa con la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas y la guerra en Ucrania, se añade que el gobierno de Finlandia, que ha solicitado su ingreso en la alianza militar occidental, parece dispuesta a albergar armas nucleares estadounidenses. Estados Unidos ha decidido desplegar esas nuevas bombas nucleares también en Gran Bretaña, aunque el gobierno británico se niega a confirmar o desmentir si Estados Unidos va a desplegar en Gran Bretaña las nuevas bombas B61-12.
A la luz de la nueva estrategia militar de Washington que afirma que "usarán armas nucleares para defender los intereses vitales de Estados Unidos y sus aliados", y de la evidencia de que Estados Unidos abandonó unilateralmente el Tratado INF, de misiles de corto y medio alcance creando una situación de mayor riesgo para la población europea, y ante la sospecha de que el Pentágono está desplegando nuevos misiles en Europa, además de las nuevas bombas B61-12, se revela que los peligros para la paz mundial están aumentando peligrosamente, y que una guerra nuclear no tendría vencedores porque probablemente acabaría con la vida en el planeta.
El Partido Comunista de España hace un llamamiento a todas las fuerzas amantes de la paz, a los sindicatos, partidos políticos, a todos los trabajadores, a permanecer vigilantes ante esta nueva escalada militar de Estados Unidos y a manifestarse en las calles rechazando la lógica del enfrentamiento y la carrera de armamentos, porque el imperialismo estadounidense puede llevar al mundo a la catástrofe. El Partido Comunista de España exige también al gobierno español y a todos los gobiernos de la Unión Europea que renuncien a albergar el nuevo armamento nuclear estadounidense, y pide al Parlamento Europeo que se pronuncie exigiendo la retirada del arsenal nuclear de Estados Unidos que se encuentra en varios países europeos, y que trabaje por el estricto cumplimiento de las obligaciones estipuladas en el Tratado de No Proliferación Nuclear en el camino hacia una progresiva desnuclearización de Europa.