Por unas elecciones alemanas abiertas y democráticas: exigimos la admisión de la candidatura electoral del DKP

La Comisión Electoral federal de Alemania (Der Bundeswahlleiter, presidida por Georg Thiel y compuesto por representantes de los principales partidos y por dos magistrados) decidió el pasado viernes que podrían participar en las elecciones que se celebrarán en septiembre un total de 53 partidos políticos y agrupaciones. Entre ellos no se encuentra el Partido Comunista Alemán, DKP, mientras que sí aparecen organizaciones como Gartenpartei o Familien-Partei Deutschlands, entre otras. Será la primera vez que no se permitirá la presentación del DKP a las elecciones. El pretexto aducido por la Comisión ha sido que el DKP no presentó a tiempo la documentación necesaria.
 
Los comunistas alemanes han sufrido constantes persecuciones y limitaciones a su actuación, desde la ilegalización del KPD por los nazis hasta la prohibición dictada por los tribunales en los años del canciller Adenauer, en 1956, bajo directa supervisión de las tropas de ocupación norteamericanas. Hoy, la decisión de la Der Bundeswahlleiter puede suponer una nueva ilegalización, indirecta, por esa vía, y el ahogo financiero consiguiente.

 Las elecciones de septiembre, con la retirada previa de Angela Merkel, van a decidir la composición del futuro gobierno alemán que tendrá que dilucidar la nueva función de Alemania en la Unión Europea y hacer frente a la presión estadounidense para incrementar el gasto militar, colaborar en el acoso a Rusia, y la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream 2. El candidato de la CDU, Laschet, y el candidato socialdemócrata, Scholz, han amenazaron con bloquear la llegada de gas ruso a través del gasoducto vinculándolo a la crisis de Ucrania y a la actitud de Rusia. La candidata del partido verde, Baerbock, es todavía más beligerante: exige la eliminación del gasoducto, tal y como ha venido planteando Estados Unidos. El nuevo gobierno alemán también deberá hacer frente a su implicación en las guerras de Oriente Medio, a las que acudió en ayuda de Estados Unidos, así como su acción ante el cambio climático, y la política exterior hacia China y Rusia. El fortalecimiento de los comunistas y de la izquierda será de suma importancia para la articulación de un nuevo gobierno alemán que promueva la cooperación internacional, la paz y el desarme nuclear, y los riesgos de quiebra ecológica.
 
El Partido Comunista de España manifiesta su solidaridad con el DKP y con su presidente, Patrik Köbele, y exige a la Comisión Electoral federal alemana la admisión de su candidatura y el respeto a los derechos cívicos de los ciudadanos y de todos los partidos políticos democráticos.