Expresamos nuestra más enérgica condena a la reciente decisión del gobierno húngaro de aprobar una ley que prohíbe la marcha del Orgullo LGTBI, una medida que supone un ataque directo a los derechos humanos fundamentales y a la dignidad de las personas que conforman la comunidad LGTBI.
La prohibición de la marcha del Orgullo no solo silencia las voces de quienes luchan por sus derechos y su visibilidad, sino que también refleja un preocupante retroceso en la protección de las libertades civiles en Europa. La diversidad es una riqueza que debemos celebrar, y la homofobia y la discriminación no tienen cabida en nuestra sociedad.
Reafirmamos que los derechos de las personas LGTBI son derechos humanos inalienables. Es obligación de todos los Estados garantizar la protección de estos derechos, sin excepciones.
La posibilidad de expresar libremente la identidad y de manifestarse es un pilar fundamental en una sociedad democrática. Prohibir la marcha del Orgullo es un acto de censura que no podemos tolerar.
Hacemos un llamado a las organizaciones y fuerzas progresistas de todo el mundo a unirse en solidaridad con la comunidad LGTBI en Hungría y a manifestar su rechazo a este tipo de políticas represivas.
El PCE se compromete a seguir luchando por la igualdad de derechos, y a apoyar toda acción que garantice la inclusión de todas las identidades en la sociedad, sin miedo a la discriminación.
Invitamos a toda la ciudadanía a participar en actos de protesta y a alzar la voz contra estas injusticias. La unión y la visibilidad son herramientas poderosas en nuestra lucha por un mundo más justo.
El PCE no se quedará de brazos cruzados ante el avance de políticas que recortan libertades y derechos. La lucha por la igualdad y la dignidad de todas las personas es una lucha que continuaremos con firmeza, en cada rincón de nuestro país y más allá de nuestras fronteras.
POR UN MUNDO SIN DISCRIMINACIÓN, POR LOS DERECHOS DE TODAS LAS PERSONAS.
