Información sobre cookies

Aceptar Utilizamos cookies propias y de terceros para realizar análisis de uso y de medición de nuestra web para mejorar nuestros servicios. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí: Política de Cookies

Nº 252 de Nuestra Bandera - Militancia, movilización sindical y movilización social
1 de Septiembre de 2021

Editorial y sumario

Militancia, movilización sindical y movilización social son los tres conceptos clave de este número de Nuestra Bandera que comienzas a leer. Son tres 7 elementos clave del curso político que comienza, que debe ser un punto de inflexión frente a la ola reaccionaria y por el despliegue de la unidad popular que queremos construir.

Como hemos reflexionado en números anteriores, el escenario pospandemia es un campo en disputa. Las fuerzas reaccionarias están intentando aprovechar la crisis para aplicar su programa de regresión en libertades, democracia e igualdad, como estamos viendo en España y a nivel internacional. El curso político que iniciamos puede ser un punto de inflexión para revertir la ola extremista, lo que solo será posible con un impulso de la movilización social y sindical. En este año y medio hemos constatado, de nuevo, las potencialidades, pero también las limitaciones del poder gubernamental. Es necesario recuperar la calle para impulsar las reformas democratizadoras y sociales que nuestro país y nuestra clase necesitan y demandan.

En esta etapa, como plantea Enrique Santiago en su artículo en este número, «el papel del PCE debe ser trascendental, consolidándose como un organizador e intelectual colectivo necesario para la generación de pensamiento alternativo y la definición de estrategias capaces de disputar realmente el poder a la oligarquía dominante, lo que es algo que va mucho más allá de participar en el Gobierno». Es, por tanto, fundamental la capacidad y la creatividad de nuestra militancia para ser motor de movilización social, como ha demostrado incluso en los peores momentos.

Los restos del presente conectan con el análisis de nuestro pasado. El recuerdo de nuestra historia no es un ejercicio nostálgico, sino una oportunidad para reflexionar sobre nuestras luchas, esperanzas e ilusiones, con el compromiso y la confianza en un futuro socialista para nuestro país. En este momento, en que reflexionamos sobre la movilización social y sindical futura, el presente número ofrece reflexiones interesantes sobre la fundación de Comisiones Obreras o el décimo aniversario del 15M.

El 15M fue, en palabras de Rafael Mayoral, «la expresión republicana más acabada de nuestro pueblo en ochenta años. Un reclamo democratizador que abrió grietas impensables en la estructura del Estado, pero que nos sigue compeliendo a la necesidad de la articulación de un nuevo bloque histórico capaz de garantizar una salida democrática a un régimen del 78 en profunda crisis y a una vieja oligarquía sin proyecto de país». Su recuerdo nos permite extraer interesantes enseñanzas de aciertos y errores de un movimiento fundamental que dio un giro en la conciencia política de una parte importante de nuestro país y nuestra clase, reflexión especialmente interesante en un momento en que la derecha radical acelera la guerra cultural contra las ideas de izquierdas, feministas, ecologistas y, en general, contra todos los movimientos liberalizadores y sociales.

La reflexión sobre la fundación de Comisiones Obreras, que escribe Gómez Allen, conecta también con los retos de futuro del movimiento sindical.

En este número dedicamos una central atención al congreso de CCOO, que no es solo el sindicato más importante de nuestro país, sino también la organización social más fuerte. En este período de crisis, el sindicato ha desplegado su capacidad de intervención en los conflictos laborales, pero también en el terreno sociopolítico, en defensa de los intereses de la clase trabajadora. En este número reflexionamos con especial atención sobre la propuesta de un nuevo contrato social, una alternativa democrática y social a la alianza entre neoliberalismo y ultraderecha. Una propuesta que trasciende el momento político, en cuya construcción necesita del concurso de amplias mayorías sociales. Como plantea Unai Sordo, «hoy no se trata tanto de aprovechar la coyuntura política de una mayoría progresista en las cámaras legislativas como de consolidar un modelo de vertebración social que genere una ciudadanía con sentido de lo colectivo, en esa perspectiva de recomposición de un contrato social».

Este número es una invitación a reflexionar y debatir colectivamente sobre el papel de la movilización sindical y la movilización social. Y en el centro del debate, el papel de la militancia. Pues esta no tiene un papel pasivo, sino que ha sido motor de la movilización y organización social. En este número traemos las reflexiones personales sobre la militancia en un nuevo apartado llamado «Historia viva del PCE», que mantendremos en el siguiente número. Estas reflexiones son un homenaje a la militancia comunista, homenaje emocionante pero también inspirador para las luchas futuras.

Pasamos ahora a presentar brevemente cada una de las secciones y de los artículos. Bajo el título «Las Comisiones Obreras por un nuevo contrato social», la sección POLÍTICA abre haciendo referencia al XII Congreso de CCOO, un acontecimiento sin duda relevante para el futuro de la clase trabajadora en nuestro país y para una coyuntura política que vendrá marcada por la «reconstrucción» poscovid, donde ya se vislumbran posiciones confrontadas entre una salida neoliberal a la crisis que padecemos —los fondos europeos son un ejemplo— y la que sitúa en el centro de la política los intereses de la mayoría social trabajadora. En este sentido, el destino de los fondos europeos es un ejemplo de esta disputa.

En este marco, Unai Sordo, secretario general de CCOO, aporta el trabajo «Por un nuevo contrato social para el siglo XXi». Un contrato social que, en opinión del autor, pasa por mejorar los salarios, fortalecer la expectativa de un modelo de protección social público, superar la temporalidad y el despido como recurso en las relaciones laborales y empoderar la organización de la clase trabajadora frente a la dispersión de la clase. Todo ello sobre la base de una nueva fiscalidad progresiva y el despliegue de una legislación reformista que, en base al diálogo social, aproveche la voluntad progresista del Gobierno 9 de coalición.

Javier Pacheco, en su artículo «Con la fuerza de los trabajos, democratizar la empresa y la economía», reivindica la fuerza y la centralidad del trabajo como elemento fundamental para la emancipación individual y colectiva de las personas, cuestión que se opone al pensamiento hegemónico del neoliberalismo y también de algunos espacios de la izquierda que piensan en una sociedad posmoderna donde el trabajo pierde su importancia.

Fernando Lezcano, en el trabajo «Extender y fortalecer CCOO es extender y fortalecer los derechos», desgrana las estrategias organizativas que constituyen el núcleo central de los debates del XII Congreso de CCOO, a saber: participar activamente en la disputa por la hegemonía cultural; recuperar, fortalecer y extender derechos; y fortalecer y extender la organización, como condición necesaria para extender y fortalecer los derechos. Plantea nuevas iniciativas a desarrollar, como el «sindicalismo de proximidad», institucionalizar la cooperación entre estructuras sindicales para poner todos los recursos disponibles al servicio de la extensión sindical y trabajar con fórmulas flexibles de intervención sindical, de participación y organización de la afiliación, respondiendo a las realidades concretas del mundo del trabajo.

En el artículo «ReEvolución en marcha: CCOO de Industria ante los nuevos retos», Agustín Martín hace referencia al debate desarrollado en el III Congreso de CCOO de la Federación de Industria, referido a los ámbitos vinculados a la falta de gobernanza global, al impulso de una nueva Europa, a una España más social y a los efectos del proceso acelerado de digitalización en las empresas y en el empleo.

Carlos Gutiérrez Calderón, en «¿Juventud sin futuro?», analiza la precariedad juvenil no como un peaje por el que hay que pasar antes de la inserción laboral, sino como el resultado de un modelo sustentado en la precariedad y la desigualdad que se ha querido implantar. La agenda social que promueve CCOO pretende dar una respuesta a esta situación. Para ello, en opinión del autor, el sindicato debe articular la respuesta social y política que permita avanzar hacia un horizonte de prosperidad y bienestar para la juventud y el conjunto de la clase trabajadora.

Ricard Aje, en «XII Congreso de CCOO: el sindicalismo de clase y sociopolítico a la ofensiva», reflexiona sobre la importancia del congreso en este momento histórico ante los importantes cambios que van a darse en la sociedad y el papel de los comunistas en el sindicato, que, desde el respeto a la independencia sindical, se dirige a reforzar el sindicalismo de clase y, en estos momentos y dados los cambios acaecidos, la territorialización y el sindicalismo sociopolítico. Plantea más sindicato para frenar el auge del fascismo y la necesidad de que el sindicalismo de clase, la izquierda y los comunistas sinteticen su experiencia para jugar un papel histórico

«La territorialización del sindicalismo de clase» es la aportación que hace Paco Figueroa al debate del modelo organizativo del sindicalismo de clase en el Estado español, indicando que está directamente relacionado con el peso sociopolítico. En su opinión, el debate sobre el equilibrio entre estructura sectorial y territorialización nos sirve para hacer un análisis de la presencia de los sindicatos en el conjunto de la geografía y sus consecuencias.

Bajo el título «Diez años después, las enseñanzas del 15M», la sección POLÍTICA abre otro bloque de análisis sobre las experiencias vividas en las movilizaciones que se desarrollaron en toda España los meses posteriores a la gran manifestación del 15 de mayo de 2011, en un contexto de rechazo social a los ajustes neoliberales puestos en marcha por el Gobierno Zapatero para abordar los efectos de la crisis financiera de 2008, a la amplia corrupción política que salpicó fundamentalmente al PP y de exigencia de una democracia real.

Para narrar, entender y aprender del 15M contamos con cuatro firmas de comunistas destacados en la participación en este movimiento. Rafael Mayoral, con su verbo siempre encendido, nos interpela para aprender del 15M en la construcción de un nuevo país. Sergio Mesa ofrece su visión desde Cádiz, porque el 15M fue un movimiento estatal que sacudió las conciencias de todos los rincones de España. Por último, Alfonso Lucas y José León nos cuentan cómo vivieron y participaron desde la dirección de la UJCE, posiblemente la organización comunista que mejor supo leer el momento político y social e intervenir en él. Las tres intervenciones no parten de la nostalgia ni de la melancolía: analizan el 15M para aprender y construir organización, clase y país construyendo movilización.

Por último, la sección POLÍTICA aborda un nuevo apartado: «Historia viva del PCE», donde escriben distintos dirigentes del PCE que en su momento o en la actualidad jugaron o juegan un papel relevante en el devenir del Partido y en la intervención del mismo en la realidad política española.

Contamos con el artículo de Enrique Santiago, secretario general del PCE, «La crisis de régimen y la propuesta comunista. El PCE hacia su XXI Congreso», donde expone los grandes temas del PCE en el marco de los trabajos preparatorios del XXI Congreso. A su entender, estos se sitúan en analizar la evolución de la crisis de régimen, las políticas de alianzas y la construcción de la unidad popular, así como el reto de construir un PCE útil en el siglo XXi. En la conmemoración del centenario recuerda que el PCE se convirtió en un actor decisivo cuando logró romper su aislamiento y consiguió ser reconocido como un instrumento al servicio de los grandes cambios que la sociedad reclamaba. Por ello manifiesta que el análisis de nuestro pasado está estrechamente ligado al proyecto comunista que queremos seguir perfilando en nuestro XXI Congreso.

«La alternativa democrática, social y anticapitalista marcó la estrategia del PCE entre el XVIII y el XX Congreso» es el artículo de José Luis Centella, presidente del PCE, donde reflexiona sobre la «alternativa democracia social 11 anticapitalista», que fue la propuesta estratégica que diseñó el PCE para una salida de la crisis de 2008 en favor de la clase trabajadora y capas populares, con el objetivo de acumular fuerzas en favor de una ruptura democrática que diera lugar a un Estado republicano y federal.

Felipe Alcaraz, en «Confluencia (líquida) versus unidad popular», realiza un análisis crítico de las últimas experiencias unitarias de la izquierda en Andalucía para extrapolar las bases de la organización social de un proyecto anticapitalista y antifascista que no solo funcionaría como alternativa a la restauración, sino como el «no pasarán» real frente al crecimiento de la ultraderecha. En opinión del autor, la base del mismo es el programa participativo, la democracia real más horizontal y radical y, frente al intento del desmontaje de la izquierda revolucionaria, lanzar el contraataque desde estrategias de construcción del poder popular.

«Comunistas» es la aportación de Nicolás Sartorius a Nuestra Bandera, donde resalta, en el relato que hace de la historia del PCE, la gran capacidad que ha tenido —desde el viraje de José Díaz y la adhesión a la política del Frente Popular— para liderar a una parte de la izquierda, para traer y consolidar la democracia e integrarnos en la Unión Europea y en los avances sociales que se han dado en España desde el final de la dictadura. Hace referencia a debates y posiciones del Partido explicitando su visión de los mismos y las razones de su desvinculación militante. Una visión de nuestra historia que sitúa respetuosamente acontecimientos, resoluciones y políticas que marcaron la andadura del PCE desde la llegada de la II República hasta bien adentrada la democracia.

Víctor Díaz Cardiel, en su trabajo «Huelgas, clandestinidad y lucha: recuerdos de mi militancia», ha compartido también con nosotros algunos de sus recuerdos, plasmados en notas excelentes y conmovedoras; un documento histórico único. En este número de Nuestra Bandera presentamos una selección de esas notas y recuerdos que, sin lugar a duda, emocionarán al lector.

Paula Garvín, en un relato íntimo y muy político, «Mi vida y el PCE», analiza los acontecimientos que marcaron su militancia política desde el mismo momento de su entrada en el Partido en la clandestinidad. Destaca el nacimiento de Convocatoria por Andalucía y su experiencia municipalista participativa influenciada por Marta Harnecker o con Julio Anguita, la elaboración colectiva. Resalta las oportunidades creativas que le ha dado el partido comunista para imaginar y levantar un mundo mejor.

La sección CULTURA titula «Experiencias militantes y de compromiso con el PCE», y recoge testimonios vitales y profesionales vinculados al PCE de personas reconocidas del mundo de la cultura y la intelectualidad. Contamos en este número con cinco de ellos.

Abrimos la sección con la «Entrevista al actor Juan Diego» realizada por Gema Delgado, subdirectora de Mundo Obrero. Celebra el Centenario del Partido Comunista, al que se afilió a finales de los sesenta. Siempre en primera fila, encabezó la reivindicación de un día de descanso en el 71 y la huelga de 1975. Fue responsable de la Comisión de Arte y Cultura del Partido, algo que valoramos enormemente desde Nuestra Bandera en este actor de actores que siempre ha considerado su profesión como un servicio púbico y la cultura como arma de transformación.

Sigue Vázquez de Sola que, en «Reflexiones de un nonagenario militante», mantiene que el Partido no es una entelequia fantasmagórica: su base ideológica está administrada por personas de carne y hueso susceptibles de acertar en sus análisis o de errar en sus conclusiones. La verdad revelada, el pensamiento único, la unanimidad que viene de arriba están reñidos con la dialéctica, afirma el autor.

«El debate cultural en el País Valenciano», de Manuel García, desgrana la influencia del PCPV en la eclosión del rico debate cultural en el País Valenciano en el período 1975-1977.

Amparo Climent, en un emotivo trabajo bajo el título «El valor de la solidaridad», relata sus inicios como actriz y su vinculación al PCE, así como su implicación en la organización de las luchas en las que participó en defensa de las reivindicaciones del sector y la dignidad de su profesión.

Por último, el abogado Alejandro Ruiz-Huerta, superviviente de la matanza de Atocha de 1977, con su artículo «En el PCE», relata el compromiso de abogados y profesionales con la lucha obrera y popular en la Transición, y su incorpotación al despacho de Atocha, donde vivió el terrible suceso que le ha marcado toda su vida, como nos dice. Un conmovedor testimonio que, realizado en primera persona, refleja una época de compromiso comunista, militante, que dio lugar a una potente organizacion de profesionales en el ámbito del PCE. El autor reflexiona sobre la dimensión vital, cultural, de aquella militancia y reconoce el papel del Partido Comunista.

Contamos como AUTOR INVITADO con Mario Amorós, que en su artículo «Chile ante una encrucijada histórica» analiza el ciclo electoral que culmina a final de año en ese país, señalando que puede abrir una nueva etapa en su historia. La alianza encabezada por el Frente Amplio y el Partido Comunista, con Gabriel Boric como candidato presidencial, tiene opciones reales de conquistar La Moneda y abrir paso a la superación del neoliberalismo.

La sección CENTENARIO DEL PCE aborda, en esta tercera entrega, el período comprendido entre 1956 y 1975, la lucha antifranquista por la democracia y la libertad, con tres artículos y dos documentos que centran debates y análisis imprescindibles para comprenderlo, y las aportaciones realizadas por el PCE. Así, Carme Molinero, en «El Pacto para la Libertad y la desaparición de la 13 dictadura», expone cómo en 1969 el franquismo optó por aplicar el estado de excepción durante tres meses para restablecer un estricto control social que, lejos de conseguir paralizar la oposición, agudizó las contradicciones del régimen. En ese marco, el PCE reformuló la política de reconciliación nacional como «Pacto para la Libertad» para explicitar el tipo de acuerdo que permitiría acabar con la dictadura.

En «Orígenes de las Comisiones Obreras», José Gómez Alén esboza el proceso de formación de las Comisiones Obreras a partir del giro estratégico del PCE en 1948. Los comunistas, junto a trabajadores de otras tendencias ideológicas, construyeron una organización unitaria y plural a la que el PCE aportó base militante, difusión e instrumentos de propaganda, y los rasgos teóricos sociopolíticos que las caracterizaron.

«Las mujeres comunistas y el nacimiento del MDM (1965): de la compensación de situaciones a la politización» es el trabajo de Irene Abad, donde presenta un análisis del Movimiento Democrático de Mujeres como organización política femenina que convirtió la lucha feminista en acción colectiva y visibilizó la «cuestión femenina» dentro de la oposición política al franquismo, considerando en todo momento cómo se fraguó la relación entre ella y el PCE.

El primer documento referido a «La alianza de las fuerzas del trabajo y de la cultura» (1967) desarrolla y adapta la política de alianzas del PCE integrando a las «fuerzas de la cultura» junto a la clase obrera y el campesinado en el proyecto de transición al socialismo con la etapa intermedia de la democracia política y social, tal como se formulaba entonces en las tesis del PCE para la salida del franquismo. El segundo documento se refiere a la declaración del Comité Ejecutivo del Partido Comunista de España, de 1969, invitando a las fuerzas políticas antifranquistas a unirse en un pacto para la libertad que pusiera en manos del pueblo el poder de decisión.

Por último, en LIBROS contamos con dos recomendaciones. Una, la obra de Antonio Fernández Ortiz El tiempo ensimismado, con la reseña de José Manuel Mariscal, «La derrota del tiempo eterno», y la segunda recomendación, Vidas low cost. Ser joven entre dos crisis, de Javier Pueyo (coord.), con reseña de Víctor Reloba, «Jóvenes, aunque sobradamente precarizados».

Nuestra Bandera agradece el trabajo de Jaime Aja, que asesoró, planteó y estructuró los contenidos de este número. Y, como siempre, la revista reconoce y da las gracias al trabajo de autoras y autores por las contribuciones que se aportan a este número, así como el de quienes han posibilitado que estas páginas vean la luz.

 

Categorías:  Nuestra Bandera

Comparte: